A lo largo de la historia ocurrieron muchos casos de asesinatos, unos evitables y algunos no tanto. ¿Qué se hace cuando los asesinos sanguinarios son menores? ¿Se puede evitar?, aquí te traemos la 2da parte de...
Los niños asesinos más sanguinarios de la historia
-Robert Thompson y Jon Venable.
Dos niños de Liverpool, con 11 años de edad, lograron crear grandes lazos, cada uno venía de familias violentas, padres alcohólicos y hermanos con problemas, algo que logró unirlos y encontrar apoyo entre ellos.
Antes del suceso, vieron la Película Chucky el muñeco diabólico, con la cual se inspiraron para llevar a cabo su espeluznante plan. El 12 de febrero de 1993 no fueron a la escuela, y se fueron a un centro comercial donde escogerían a su víctima.
A las 3 de la tarde vieron a una madre comprando carne mientras su hijo de dos años se encontraba a su lado, la mamá se descuidó y lo tomaron de la mano para llevárselo. Ya en el camino lo jalonearon mientras lloraba por su madre, lo golpearon con una varilla, abusaron sexualmente de él y saltaron sobre su vientre en repetidas ocasiones hasta reventarlo por dentro ocasionándole la muerte.
Por último acto colocaron el cadáver en las vías del tren para que lo atropellara. Dos días después se encontró el cuerpo cortado por la mitad. Gracias a las cámaras se identificaron a los asesinos quienes fueron procesados como adultos, ya que fueron conscientes de todo lo que hicieron; les dieron cárcel hasta que cumplieran la mayoría de edad, después les dieron otros 10 años más encarcelados. Actualmente se encuentran en libertad.
Mery Bell.
La menor nació en Inglaterra, su madre era una prostituta, la cual era alcohólica y drogadicta. Desde bebé Mery sufrió maltrato por su mamá, quien la empezó a prostituir desde los 5 años, causándole tanta ira que comenzó a matar los perros y gatos que se cruzaban por su camino.
Cansada de matar animales tomó la desición de llevar su odio más allá y el 25 de mayo de 1968, a la edad de 11 años, Mery decidió mató a su pequeño vecino Martin Brown, quien se lo llevó a una casa abandonada, le corto su miembro genital, lo tiró por las escaleras y viendo que aún seguía con vida, lo estranguló.
niños asesinos
Meses después con una amiga, asesinó a Brian Howe un niño de 3 años, mutilándole sus genitales, estrangulándolo y escribiendo con una navaja la letra N, al parecer por su amiga Norma, quién trató de detenerla, pero al ver que no paraba se fue del lugar.
Días después las dos niñas fueron interrogadas y aunque cambiaron la versión de los hechos, su testimonio sirvió para dar con la verdad, las dos fueron apresadas, pero días más tarde Mery confesaría la autoría de los crímenes. Durante el juicio se mostró siempre fría y sin arrepentimiento, por lo que le dictaron 12 años de prisión.
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Fue hasta 1980 que la liberaron a la edad de 23 años, trabajó y años más tarde quedó embarazada de una niña, pero se hartó de los periodicos y medios de comunicación los cuales recordaban su crimen, pidió anonimato en el 2003 tanto para ella como para su hija, petición que fue aceptada y actualmente su identidad se encuentra protegida.
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