
Durante la Santa Inquisición se cometieron las peores torturas nunca antes vistas y demasiadasu personas pagaron con su vida al ser diferentes ante una sociedad religiosa que no practicaba el amor que decían profesar, llevándolos a ingeniar diferentes técnicas crueles, que hicieran confesar a los prisioneros y llevarlos a la muerte.
1ra parte de las 10 torturas más horripilantes de la Santa Inquisición
-Es por ello que el día d ehoy te vamos a mostrar las cinco primeras torturas de que les practicaban a estas personas.
El potro.

Consistía en colocar al sujeto en una cama, se le amarraban los brazos y los pies, la cual iba amarrada a un tubo de metal que se movía con dos palancas, esto hacía que al rotar la palanca, halara con la soga las manos y los pies, causando que los huesos se dislocaran, incluso después de estirar al máximo, los miembros podían llegar a desmembrarse. Esta tortura buscaba que el acusado confesara lo que los inquisidores deseaban escuchar.
La sierra.

Este es uno de los castigos más brutales que se podían ejecutar. Esto solo era para mujeres que se les acusaba de estar embarazadas de Satanás. La tortura consistía en colocar a la persona colgada boca abajo, sostenida por los pies con una soga, para luego colocar una sierra en medio de sus piernas, después solo cortaban hasta llegar al vientre. La posición invertida, hacía que el cerebro no perdiera oxigeno, por lo que la acusada podría mantenerse consciente todo el tiempo de su tortura hasta que la sierra llegaba a su pecho.

El tormento del agua.

Colocaban al acusado en una mesa, lo amarraban de tal manera que no pudiera moverse, se le tapaba la nariz, se le abría la boca y se le introducían varios litros de agua. La sensación de ahogamiento era insoportable, al querer respirar y tragar al mismo tiempo que el agua se iba a los pulmones, causando el ahogamiento.

La doncella de hierro.
torturas
Aquí introducian a la persona dentro de un sarcófago, que tenía varios pinchos metálicos en su interior, cuando se cerraba se introducían en el cuerpo del prisionero. Esta tortura rara vez producía la muerte inmediata del prisionero, puesto que aunque parezca que los pinchos son bastante largos, estos nunca atravesaban por completo el cuerpo, por lo que duraban días desangrándose hasta morir.
La pera de la angustia.
Este instrumento se introducía en la boca, la vagina o el ano de la victima, el lugar se elegía dependiendo de la acusación del preso: si era un hereje, se le introducía en la boca, si era una mujer que había tenido relaciones con Satanás o con alguno de sus familiares se introducía en la vagina, si era un homosexual se le introducía en el ano. Cuando estaba dentro esta se expandía girando un tornillo y contaba con unas puntas que al abrirse desgarraban la carne, causand mutilación y por ende hemorragia.
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