
En agosto de 2013, autoridades federales capturaron a Mario Armando Ramírez Treviño, entonces identificado como cabecilla del Cártel del Golfo, que opera principalmente en Tamaulipas, al norte de México, debido a esto el puesto quedó libre para que algún sicario tomara el puesto.
El descontento del CDG
-Ese fue Juan Manuel Rodríguez García mejor conocido como “Juan Perros”, asumió inmediatamente el mando de la organización, al no ser reconocido por las distintas facciones de la organización, de inmediato ordenó el secuestro masivo de migrantes para que se unieran a la banda.
La traición del CDG

De ese modo tendría el control de la mayoría de sicarios, y los que se negaban eran asesinados. Los nueve meses que Juan Perros fue identificado como cabecilla del Cártel del Golfo, convirtió Tamaulipas en un infierno de balas donde en distintas ciudades se libraba batallas.
Estas fueron entre las facciones inconformes, las fuerzas del Estados y el cártel rival de Los Zetas. “Juan Perros” buscó eliminar la presencia de Los Zetas de San Fernando, Ciudad Victoria, Guerrero y Nuevo Laredo, pero ante la falta de recursos para combatirlos, intentó conseguir aliados.
Intentando que algunas de sus células se cambiarán de bando para que lo ayudaran a combatir a los integrantes del Cártel del Golfo que estaban en desacuerdo con su mando, pero fracasó. Entonces empezó a apoyar a las células que lo seguían con dinero, armas y vehículos.

Sin embargo, era buscado por el Estado, ya que estaba acusado de la muerte de cinco elementos del Ejército, por ello, comenzó a utilizar la extrema violencia para “eliminar” a sus enemigos e inclusive a quienes no se manifestaron absolutamente de acuerdo con sus operaciones.

Juan Manuel Rodríguez fue detenido el 25 de mayo de 2014 en un hotel de San Pedro Garza García, en Nuevo León, cuando se encontraba con su esposa y sus hijos; había llegado huyendo del municipio de Río Bravo. La presentación del narcotraficante se hizo al estilo ‘Chapo’ Guzmán.
Aunque el gobierno mexicano señaló que su captura se debió a labores de inteligencia, versiones señalaron que habían sido los grupos inconformes del propio Cártel del Golfo quienes habían dado pistas a las autoridades sobre el paradero de “Juan Perros”, quién había huido en un intento por mantener bajo perfil.
Juan Manuel Rodríguez García
Fue sentenciado en 2018 a 33 años por los delitos de delincuencia organizada; portación de armas de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas; y contra la salud (narcomenudeo en la hipótesis de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio en su variante de venta).
Con información de infobae
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