Ocho personas se han registraron como candidatos a la presidencia de Bolivia, todos con el objetivo de llenar el vacío político que dejó el expresidente Evo Morales, tras renunciar a su cargo a finales de 2019; las ocho personas comenzarán sus campañas a partir de mañana, martes.
Luis Arce, el candidato de Evo Morales
-Es importante mencionar que el plazo para registrarse como candidatos vence hasta el último minutos de este lunes, y hasta el momento se desconoce si Evo Morales se registró como candidato a senador, ya que el fin de semana manifestó sus intenciones de participar en la contienda electoral, pero ayer domingo, denunció que las autoridades en turno de Bolivia le extraviaron sus documentos oficiales para concretar su registro.
Carlos Mesa, lo volverá a intentar
Lo que si se ha confirmado es el número de personas registradas hasta ahora para la presidencia de Bolivia, que se perfila en una puja entre varias figuras opositoras a Morales y el candidato escogido por el partido del exgobernante en el exilio, un tecnócrata que buscaría, además del respaldo indígena, el voto de la clase media, según analistas.
El partido de Morales, cuyo principal sustento político proviene de sectores indígenas, rurales y populares urbanos, apuesta a la clase media y designó como candidato a su exministro de Economía, Luis Arce, un tecnócrata con estudios en Londres y cuya gestión ha sido elogiada.
Sin embargo, apuntan que las clases medias jugaron un rol importante en la caída de Evo Morales, quien renunció en noviembre tras casi 14 años en el poder cercado por denuncias de fraude electoral en su afán de reelegirse en los frustrados comicios del 20 de octubre.
El expresidente Carlos Mesa, quien obtuvo el segundo lugar en los anulados comicios por detrás de Morales, ahora aparece con menos posibilidades después de que varios de sus aliados se sumaron a otros actores que surgieron de la pasada protesta social, según Bort.
Áñez descartó en un inicio postularse para garantizar la transición con elecciones “justas y transparentes”, pero cambió de idea y se lanzó en medio de cuestionamientos con el argumento de que buscaba la unidad y evitar el regreso al poder del movimiento de Morales.
La presidenta interina era una senadora de segunda línea por el minoritario partido de derecha Unidad Demócrata (UD), que fue el gran derrotado en los comicios anulados, aunque su esfuerzo por pacificar el país y encaminarlo hacia nuevas elecciones pareció catapultarla.
Un primer sondeo de la consultora Mercados y Encuestas, publicado la semana pasada, daba a Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) -el partido de Morales- 26% de intención de voto; 17% a Mesa y el mismo porcentaje a Camacho. Áñez obtuvo 12%.
candidatos
El estudio, con un margen de error de más o menos 3.47%, fue realizado antes de que la mandataria interina confirmase su postulación. Si esa tendencia persiste ninguna fuerza obtendría la mayoría suficiente para ganar en primera instancia.
El ganador debe obtener el 50% más uno o sacar una ventaja de 10 puntos porcentuales al contrincante más cercano para evitar la segunda vuelta.
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